-¿Qué estas haciendo allí parado?
-¿Qué?
-¡Ve por ella!- le insto Aiden
-Pero… no creo que ella quiera que la siga en estos momentos
-No te creo nada – Aiden golpeo su frente con su manos - ¿seguro que saliste con tantas mujeres en el pasado? Ahora te creo realmente inexperto en la materia, James, todo un amateur
-¿Qué?
-Si amas a Kaia, no la dejes ir. No ahora. Ve y haz las cosas bien, aun no es tarde.
James tomo las palabras de su amigo como el inicio de la esperanza; su propia solución de un problema que parecía imposible.
-Gracias, Aiden
El corrió fuera del edificio, y el cielo habia empezado a llorar.
James miro desesperado a ambos lados de la calles, y solo veía decenas de gente pasar, pero ninguna de ellas era Kaia, además los paraguas dificultaban su vista.
Mientras mas avanzaba, noto que su chofer se acerco corriendo a el con un paragua negro -Señor, su prometida…
Eso llamo su atención -¡Kaia! ¿Dónde…?
-Al frente, cruzo hacia el parque – le señalo
James agradeció profundamen