Pov Austral
Voy abriendo mis ojos lentamente y, al hacerlo, me doy cuenta de que Kansas no está a mi lado. Miro hacia la cuna de nuestro bebé y… tampoco estaba. Me siento sobre la cama y veo la hora…
—Dos de la mañana… —musito cansada; y me levanto.
Tomo mi bata, me la coloco y salgo de mi habitación. Veo el pasillo y no hay nadie, solo observo la puerta de habitación de Ángeles abierta. Ante ello, camino hacia aquella y...
—Ángeles… —susurro; y ella se gira a verme.
—Austral —contesta sonriente al mirarme.
—Cariño, ya deberías dormir. Es muy tarde.
—No tengo mucho sueño; además, el tema de mi clase de física de hoy, estuvo muy interesante —precisa emocionada; y yo le sonrío al tiempo en que me acerco a ella.
Ángeles se pone de pie y nos abrazamos muy fuerte. Yo le doy un beso en su cabeza y dejo salir un suave suspiro mientras cierro mis ojos.
—Te amo…
—Yo también te amo, Austral —musita; y mi corazón salta de alegría—. ¿Vamos a ver a Kansas? —cuestiona de pronto— Está con Bradley —a