Ante las palabras de Anna y el rostro incrédulo de Dante, Svein no pudo evitar unirse a la risa de su joven princesa. Y es que la vena en la frente había desaparecido por arte de magia y el rostro del alfa lucía incluso pálido.
― ¿Por qué no me lo habías dicho? ―preguntó Dante indignado
―Lo hice, te lo dije ―respondió Anna con tono divertido
―Claro que no, si Damon y yo hubiésemos sabido que ese tipo es homosexual nosotros no… ―
“Uy, espera, a mí no me metas… Cierra el pico” ―gruñó Damon
―Diosa, de verdad no puedo creer que no lo recuerdes… ―dijo Anna negando con la cabeza ―Te lo dije aquella vez en el café Moore, el día en que me preguntaste qué tipo de música me gustaba ―
―El tipo de… ¡Anna! ¡Eso fue hace un año! ¡Nos estábamos conociendo! ―le reprochó Dante ―Hemos pasado por tantas cosas, ¿cómo esperas que me acuerde de eso? ―
―De la misma manera en la que yo me acuerdo en cuanto te gusta ese grupo de música acústica del que nadie ha escuchado hablar ―gruñó Anna
― ¡Ni si quiera rec