Bien… pero de verdad no es que me importe — él la miró — el que lo dudes o no… quiero decir, no necesito que lo creas o no — Carlisle arqueó la ceja, sin entender — no te necesitamos para nada. — le soltó secamente.
Primero cuando hables de mi hijo…
Nuestro — lo corrigió con los dientes apretados.
Bien… cuando hables de nuestro hijo, no tienes derecho a decir que él no me necesita… no se trata de que tu quieras o no soportarme, Eleanor — dijo serio — aquí solo interesa el bienestar del bebé.
Si, claro… — dijo riendo — por eso te encuentras con tu “vieja amiguita”, ¿verdad? ¡Por el bienestar de mi hijo! — terminó chillando.
Si me dejaras que te explique… — ella bufó — ¡No me he juntado con nadie! — dijo él perdiendo los nervios — y no deberías gritar, podría hacerle mal al bebé…
¡Vete al diablo! — volvió a gritar. — ¿ahora te preocupas no?
¿Querías ese bebé, no?
¡Claro que si! Digo fue sorpresa… bueno no al principio porque en verdad quería, pero luego no se dio y después si… pero… ¡Si