El lobo salió volando de mi cuerpo, y un sollozo se escapó involuntariamente de mis labios mientras me aferraba a mi brazo herido. La presión en mi pecho era insoportable. Sentí cómo la desesperación me invadía y, sin embargo, la necesidad de ver a Oshin se apoderó de mí, impulsándome a mirarlo, a buscarlo. Mis ojos se dirigieron al lugar donde el lobo café había chocado contra un árbol, sus gruñidos resonaban en mis oídos, pero algo más ocupaba mi mente.
Fue entonces cuando vi a Oshin. Estaba frente a mí, luchando. El aroma a alcohol se intensificaba con cada movimiento suyo, pero algo dentro de mí me tranquilizó al verlo, por más que su cuerpo estuviera herido y cubierto de tierra. En ese momento, su presencia fue un refugio. "O...shi..." Mi voz se quebró al pronunciar su nombre. Un cúmulo de emociones empezó a invadirme, la confusión, el miedo, y una pequeña chispa de alivio. Estaba allí, él, a pesar de todo. Y aunque su estado me preocupaba, saber que estaba peleando por mí, que n