Annie. La Venganza Letal
Annie. La Venganza Letal
Por: Marglerys
El robo

Auuuuuu! Auuuuuuu! El aullido de un lobo jamás se escuchó más triste. Cuando Annie daba a luz a sus hijos, en su interior sentía un mal presentimiento, como madre ya empezaba a experimentar el sexto sentido sobre sus trillizos.

Pujaba contracción a contracción mientras uno a uno salían de su matriz. Tres hermosos varones sanos y bien nutridos. Pero a medida que cada uno nacía, el temor se apoderaba cada vez más de Annie. Un gran miedo le acechaba, sin saber que era. Sin conocer cuál era el peligro que le esperaba a los trillizos, con el pasar de los minutos la ansiedad le traspasaba, apoderándose de ella, entrando en pánico y desesperación.

Su instinto le anunciaba que algo malo estaba por ocurrir. Pero qué cosa sería, si tras haber sido expulsada de la manada, se había ocultado con su tía. Annie, se preguntaba -Qué significa esto que estoy sintiendo?. ¿Por qué siento una sensación de peligro sobre mis bebés? No lo sé, es extraño pero con uñas y dientes defenderé a mis hijos, nadie les hará daño.

Aconteció que ese instinto que hacía palpitar su corazón, le causó una gran conmoción. Fue tan fuerte, que entró en un estado de shock e inmediatamente tuvo convulsiones debido al impacto. Enseguida, vió entrar un grupo de soldados del reino del alpha, dando golpes y destrozando todo a su paso.

Cinco de los soldados más despiadados del reino, fueron enviados por el alpha. Sin mediar palabras, comenzaron a romper todo, la puerta fue derribada a la fuerza, patearon los muebles, los estantes y la mesa fue impulsada a una esquina. Nada parecía detener a éstos malvados.

Pronto se condujeron a la habitación, allí Annie se recuperaba de su acelerada convulsión, tratando de tener fuerzas para levantarse y huir, pero su capacidad de escape estaba limitada, sus fuerzas habían menguado y su cuerpo estaba demasiado débil.

Los tres recién nacidos estaban en un un canasto, Patt, la tía de Annie los había ayudado a venir al mundo. Estaba protegiendo a sus sobrinos de aquel ejército despiadado que venía en búsqueda de los bastardos del príncipe alpha.

Cuando de repente sintió en su cabeza un golpe con un varo de hierro, fue tumbada en el suelo. Patt, cayó desmayada, rápidamente la tropa se apoderó de los bebés. Annie se levantó como pudo de su lecho, pero enseguida volvió a caer, sin reaccionar ante los soldados. Se arrastraba hacia ellos suplicando piedad, diciéndoles que devolvieran a sus criaturas. Nada de lo que dijo fue tomado en cuenta.

Con fuerza de lobo enfurecido. Annie logró su transformación, batallando con los cinco soldados por sí sola, era la única manera de salvar la vida de sus trillizos y la suya propia. Saltó sobre el comandante de la tropa, mordiendo de manera feroz sobre su espalda, hazaña que debilitó de gran manera al comandante, pero tras de ella los soldados también lograron su conversión en lobo, rasgando sus vestidos y saliendo sus grandes patas de los zapatos, mordieron a Annie sin cesar, uno de ellos se abalanzó sobre ella y asfixió con su gran hocico debilitando nuevamente su cuerpo y capacidad de pelea.

Patt se levantó del desmayo, intentando ayudar a Annie intentando transformarse, pero otro soldado se lo impidió, la acechó, gruñía tan fuerte que Patt se sintió intimidada, la realidad es que jamás se ha sentido una gran lobo. Sin embargo logró escapar del desafiante soldado y rápidamente rescató el canasto donde estaban los trillizos, pero de manera increíble el comandante empujó a Patt y arrebató el canasto nuevamente.

Tanto Annie como Patt en sus intentos fallidos de recuperar y salvaguardar a los trillizos fallaron, quedando gravemente heridas y vencidas.

La misión de está tropa se había cumplido y ni Patt ni Annie lograron detenerlos.

Solo hay una cosa clave que ayudarán a Annie y a Patt a seguir el rastro de los trillizos y es el hecho de que los soldados que arrebataron a los trillizos son parte del Reino. Así que el pensamiento de Annie está en recuperarse para enfrentar al Alpha convertida en su forma de lobo. No le importa el hecho de que fue desterrada, menos que esté prohibido enfrentarse al rey, lo único prudente para ella es recuperar a sus bebés. Aunque esto implique hacer una tregua con el Reino.

Patt se niega a esta decisión de Annie, cree que es una locura. Sugiere que es mejor olvidarse de sus hijos, generar una guerra con el alpha es un suicidio. Patt persiste constantemente en abortar ese plan sin estratégia, neófito y desorientado.

En cambió sugiere a Annie huir a la Ciudad con los humanos, ocultándose entre ellos, mientras idealizan juntas un plan concreto y ambicioso que les ayude con éxito a recuperar a los trillizos lejos del enfoque del reino.

Annie se niega rotundamente, no va abandonar a sus hijos. Demasiado es lo que el reino le ha arrebatado, dejándole huérfana tras el asesinato de sus padres para usurpar su trono. Negándole el amor de Edmon, heredero ilegítimo del trono.

Annie no olvida jamás cómo la pareja beta de la manada, haciéndose pasar por grandes amigos de sus padres, los que en aquel entonces fueron los Alpha, se apoderaron del trono. Liah y Henry, poco a poco lograron la cercanía a los Alpha, simulando lealtad y honra. Pero realmente escondían un plan macabro y astuto para destruir el imperio armónico y compasivo que habían creado los padres de Annie. En una supuesta cacería los Alpha y Beta, salieron en solitario. Solo ambas parejas iban a disfrutar de una espléndida tarde, sin embargo solo la pareja beta regresó, informando a la manada que los padres de Annie habían sido víctimas de un gran depredador, quitándoles sus vidas.

Pero está historia jamás tuvo sentido para Annie, su padre era fuerte y su madre impetuosa, jamás se hubieran dejado vencer tan fácil, además si ese depredador era tan audaz como fue posible que Henry y Liah pudieran regresar a salvo. No había nada de lógica en esta narrativa. Sin embargo, el pueblo les creyó fácilmente y el trono de Annie fue arrebatado de sus manos, sin poder emitir comentario alguno. Las masas apoyaban a Henry y Liah, ellos tuvieron una hipócrita compasión por Annie y le permitieron seguir viviendo en el reino, pero en condición de criada junto a su tía Patt.

Los recuerdos de está injusticia, no le permiten a Annie sentir compasión por Henry y Liah, desea destrozarlos en mil pedazos, la irá y el rencor que yace en su corazón es tan profunda como el cielo.

No obstante, erróneamente Annie se enamoró de Edmon, el príncipe Alpha de la torre. Su hermoso rostro le cautivó desde que eran niños, antes de que sus padres murieran, su mayor deseo era casarse con él, procrear hijos y vivir en la torre. A sabiendas de todos los sentimientos de Annie hacía él. Edmon se aprovechó de su inocencia y enamoró a Annie con mentiras y patrañas. De sus amoríos surgió el fruto. Al enterarse Liah de éste acontecimiento, inmediatamente llamó a su esposo Henry, sugiriendo que desterrara a Annie y a su tía y que ocultaran a Edmon y a la manada el embarazo de la chica.

Cómo fiel sirviente Henry obedeció a su esposa y sacó de la tierra a Patt junto con Annie, sin piedad sobre ellas, les prohibió regresar y se aseguró de que los soldados le impidieran el acceso a cualquier lugar cerca de la torre.

Solo rencor, rabia e impotencia ha generado todos estos infortunios para Annie, sumando el hecho de que no piensan dejarle en paz y le han arrebatado a sus hijos. Ella cree que es hora de hacerles pagar y cegada en venganza está lista para atacar y cobrarles una a una las que han hecho.

¿Pero qué sucedió? ¿Cómo es posible está injusticia? ¿Cuando un alpha comenzó a ser dueño de los recién nacidos?

¿No es suficiente acaso el daño que le han causado a esta chica acaso?

Parece que la maldad de estos usurpadores no tiene límites. Están equivocados de especie, creen que son pulpos y pueden abarcarlo todo con sus tentáculos de injusticia. La razón y la justicia están en el corazón de Annie, que se recupera progresivamente de sus heridas. Por el contrario, Patt se ve aún bastante herida y considera a diario que deben huir. Annie obstinada se revela en contra de Patt.

-Eres mí tía, te respeto. Pero creo que ya olvidaste el asesinato de tu hermana, el robo reciente de tus sobrinos. Crees que me puedo quedar de brazos cruzados Comenta Annie enfurecida, mirando a Patt muy segura de sus palabras.

-Creeme, estoy contigo. Pero pensemos en un plan infalible a largo plazo, no es el momento de atacar, esto nos acabaría y esa justicia que buscas quedaría en el aire. No llegaríamos a nada, no tenemos aliados, no tenemos estrategias, estamos solas en esto. Comenta Patt en su lecho, con voz sutil.

- Has dicho muy bien, estamos solas en esto, no necesitamos aliados, tampoco una estrategia, conocemos la torre y todos los caminos para evitar a los guardias, sabemos bien como entrar sin ser vistas. ¿ Es muy difícil estar de mi lado?. Bien contigo o sin ti, haré esto. Annie camina de un lado a otro mientras pasa su lengua por las heridas para sanar.

-Estoy de tú lado, pero siento que está travesía es muy peligrosa, solo quiero hacerte entender, eres mi única familia y no quiero perderte. Sabes que te amo como si fueras mi hija. Comenta Patt con mucha sensatez.

-Mis hijos también son tu familia y también importan, fin de está conversación, iré por algunas cosas a la tienda, espero, pongas de tu parte para recuperarte. Con voz fuerte e impulsiva.

Annie está a punto de salir, pero le llama la atención que suena el móvil de Patt.

Patt contesta y dice que es un número equivocado. De inmediato Annie sale de casa en forma humana y se va tranquila.

La aldea en la que vive ahora, es humana y ser hombre-lobo o mujer-lobo es una ficción que los humanos acostumbran a ver en películas, no se imaginan que es una realidad y que estás criaturas conviven entre ellos.

Camino a la farmacia, solo piensa una y otra vez en un plan para recuperar a sus hijos. Recuerda que su padre, en varias oportunidades le conducía por un camino, especie de pasaje secreto, que permitía evadir a los guardias y a la manada, podría llegar por el risco y entrar a las cuevas hasta llegar a la sala de reuniones. Desde allí iba a ser mucho más fácil atacar y sería un golpe bajo, pues Henry desconocía la existencia de ese camino secreto.

-Que gran idea se me ha ocurrido, solo debo esperar que Henry esté solo, en la sala de reuniones, tomarlo de rehén y todos harán lo que yo diga. Edmon y Liah, se verán obligados a devolverme a mis hijos y con la ayuda de mi tía Patt lograremos escapar. La mente de Annie divagaba en planes e ideas posibles para recuperar a sus trillizos.

En casa, se encuentra Patt, preocupada por las decisiones erradas que pueda tomar Annie. Pensando en la mejor manera de convencer a Annie de esperar por un tiempo.

Sin embargo, en la torre, las cosas están calmadas. Henry no es tonto y tiene un plan bien organizado, todos sus soldados tienen orden directa de detener a Annie o Patt en caso de que llegasen a irrumpir en la torre.

Aunque los planes de Henry y Liah con los trillizos son los menos pensados, los bebés están fuera de la vista de todos, lejos de la torre y definitivamente lejos del alcance de la vista de Edmon.

Liah se niega a qué Edmon se entere de la existencia de estos bebés, lo menos que quiere es que se encariñe con los bastardos de Annie. La maldad de esta pareja Alpha es infinita y Edmon es un títere manejado por sus padres con un matrimonio arreglado con Jennie, una chica codiciada por todos los lobos de la manada, pero ambiciosa, con malas intenciones y con un corazón negro, podrido en maldad. Su belleza cubre todo su veneno.

Las tropas han sido reunidas por el comandante, la orden del rey Henry es clara, capturar Annie viva. Todos los soldados de la guardia real están en formación, recibiendo la instrucción. Las heridas del comandante aún no sanan y se notan en su transformación humana.

¿Qué ha sucedido? pregunta Edmon al pasar frente a los soldados tomado del brazo de Jennie.

-Ejercicios de rutina, mi principe. Debemos tener a nuestra tropa preparada y hacer simulacros. responde el comandante

-Me parece extraño, este reino está en paz con los demás. replicó el príncipe. seguro ¿ Todo está bien

-Si, mi principe. Únicamente no debemos confiarnos. Responde con certeza el comandante.

Definitivamente Edmon vive en un mundo de fantasía, nada es real para él. Su poca percepción impide que le haga caso a su instinto. Por lo cual se va, acompañado de su novia, sin prestar demasiada atención a los soldados. La codicia, la ambición y las ínfulas de superioridad, le limitan ver más allá de sus narices.

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