Capítulo 54 – Sin más.
Me limpié las lágrimas con rapidez, tan pronto como me percaté de que habíamos llegado a la esquina de mi calle, de nuevo él no quería ser visto por su madre. Lo comprendía perfectamente, así que no dije nada, tan sólo abrí la puerta y agarré el paraguas, dispuesta a marcharme, pero antes de que lo hubiese hecho me detuvo.
- Es mi paraguas – me dijo, tan pronto como le miré, haciendo que comprendiese que tenía razón, pues yo había olvidado el mío en el local en que habíamos coincido.
- Tienes razón – admití, poniendo el paraguas en su pecho, haciendo que él lo cogiese con su mano libre – gracias por traerme – dije, justo antes de volver a hacer el intento de salir del auto de nuevo, pero él volvió a retenerme, agarrando mi m