*Sophie*
—No—repito casi gruñendo.
—Debes y no hay nada que tus gruñidos puedan cambiar—dice mamá detrás de mí.
Ella cepilla mi cabello mientras la miro fijamente a través del espejo.
—No—repito nuevamente esta vez sin gruñir.
—¿Sabes? A veces creo que te pareces más a mí de lo que me gustaría desear Phi—dice ella con esa sonrisa que solo dice claramente que ha ganado la pelea.
Gruño a la imagen de mi mamá que refleja el espejo, su pelo negro y largo, esos ojos esmeraldas y esa carcajada que comienza solo sabiendo que ya ha ganado.
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