*Sam*
—No—repetí gruñendo esta vez.
—Por favor—dijo mi hermana mayor con sus manos al frente y esos ojos de perrito desamparado.
—Ya nos venció—dijo con resignación mi Lobo.
—Está bien, pero—dije señalándola con el dedo—tu deberás convencer a mamá para que convenza a papá de que esto será una buena idea—concluí volviendo a enfocarme en mi libro de física—vete, debo estudiar—dije sin mirarla.
Unos segundos después me dio un fuerte abrazo y salió de mi habitación dando saltitos como la niña que aún es.