Narra Ana
- ¡Luis ahí estás!, tenía muchas ganas de hablar contigo- interrumpió una mujer.
Era la mujer rubia esposa de aquel empresario obeso y viejo, se acercó al hombre cómo si hubiese algo entre ellos y entendí de inmediato que yo estaba de más.
- Disculpe no quiero interrumpir- me retiré para despedirme de mi padre e irme a casa.
Ahora sé que ese hombre se llama Luis.
Antes de irme, mi padre quiso presentarme al joven Miguel Montenegro, el conversaba con su hermano y María, mi hermana al verme se despidió rápidamente como quién ve un espanto y se fue antes que mi padre y yo nos acercáramos a Miguel.
Te presento a Miguel Montenegro uno de los jóvenes empresarios solteros y más codiciados del momento, su fuerte es la industria automovilística sin embargo ha hecho asociación con el joven Luis de L