Narra Ana
Cuando entré al salón de festejos me encantó la decoración del lugar, caminé tomada del brazo de mi padre mientras algunas personas nos miraban y hablaban evidentemente de nosotros, me sonreí y le dije a mi padre
- creo que piensan que has llegado con una amante- mi padre se rio mientras tapaba su boca con la mano que tenía libre y luego me dijo al oído
- ese es el precio que tengo que pagar por ser un hombre tan pícaro.
Yo rei y negué haciendo un gesto con mi cabeza, nos dirigimos a la primera mesa, donde conocí a algunos empresarios, entre ellos estaban los representantes de la prestigiosa cadena hotelera de la familia Hilton, personas que me encantó conocer por ser de los más famosos y adinerados que estaban presente en el lugar, sin duda con ellos quería asociarme aunque me falta mucho por crecer para que me tomen en cuenta.
Tenía