Esta mañana, el ambiente en el penthouse se sentía un poco diferente.

Dalton se había despertado más temprano de lo habitual y había preparado algo especial para Laura.

Sin embargo, cuando terminó de preparar el desayuno, Laura todavía estaba profundamente dormida. Dalton no tuvo el corazón para despertarla.

Tomó un pedazo de papel y escribió una nota:

Buenos días, mi mujer,

Este desayuno fue hecho por tu esposo con amor.

Termínatelo todo, cariño.

¡Me voy al trabajo!

—El hombre que envejecerá contigo.

Dalton colocó la nota romántica junto al plato de sándwiches y se fue al trabajo sin despedirse.

Cuando llegó a la oficina, Dalton estaba frío y distante. Ni siquiera Selena en la recepción se atrevió a saludarlo.

Se paró frente al ascensor, esperando que las puertas se abrieran.

"¡Buenos días, Dalton!" Saludó Eve al llegar y se paró a su lado.

Dalton se volvió hacia ella con visible disgusto.

"¿Cómo me acabas de llamar?" preguntó bruscamente.

"¡Oh, lo siento, señor! Lo llamé por su nomb