Capítulo 45: Las lágrimas que no derramó.
— Vamos, vamos, debemos terminar. —
La servidumbre y empleados del castillo de Bukingham, corrían de un lado a otro terminando con los últimos preparativos para la celebración de esa noche. El elegante salón de banquetes, estaba ya delicadamente decorado con hermosas rosas blancas y narcisos espléndidos, así como bellísimas hortensias que dejaban ver el exquisito gusto de la reina Berta. Chiara observaba todo aquello con gran envidia y frustración, pues aunque su celebración de compromiso había sido hermosa, nunca fue tan opulenta y magnífica como estaba siendo la Bernadette y Henrick Godric. Ella y Kendrick habían sido alojados en una habitación de invitados y no una habitación real. Eran demasiadas humillaciones para tolerarse.
— Cariño, ¿Podríamos hablar? — interrumpió Kendrick en medio de sus pensamientos.
Caminando con su esposo, ya imaginaba lo que iba a decirle.
— No estarás en la celebración, ¿No es así? — cuestionó Chiara realmente furiosa.
Kendrick negó. — No quiero ver c