Al día siguiente y llevando la misma ropa, vamos a la casa de los De la Torre junto con Arthur y Paul. En la entrada nos reciben Avril y Philippe, este último al ver a su hermano lo abraza con fuerza.
—Me alegro mucho de que Arthur esté mejor. ¿Qué les dijeron en el hospital? —pregunta Avril y cuando voy a responder Paul lo hace por mí.
—Parece que no fue grabe, solo una indigestión —dice él y Avril me mira.
—¿Por qué no se quedan y nos cuentan cómo fue todo en el hospital? —pregunta ella y Paul se niega.
—Será mejor que regresemos a casa. Kiara y yo tenemos que resolver muchas cosas —le indica Paul y aunque Avril sonríe sé que está actuando y que en realidad está muy nerviosa, quizás tanto como yo.
Philippe va a hacer un motín, pero después de ver lo mal que luce Arthur, decide no decir nada y venir con nosotros. Viajamos de regreso a casa, aunque esta vez lo hacemos en un avión comercial, por lo que tardamos el triple del tiempo. En todo momento, Paul se muestra cariñoso con nuestro