-¿Esperaste mucho?. -Sara saltó del susto, ya que estaba al lado de la puerta afueras de la casa de Noah, como se lo había pedido.
-¿Por dónde saliste?
-Salte por la muralla, me castigaron de nuevo. -Dijo riendo.-Ven, vamos a otro lugar cerca por aquí.
Los dos se dirigieron al mismo pequeño parque en el que se reunían.
-A todo esto. -Dijo Sara. -Antes me dijiste que no quieres tomar el lugar de tu padre, ¿Qué quieres hacer?
-Ah eso. No te rías, quizás no sea la gran cosa, pero quiero ser profesor. -Sara quedó en silencio. -Te estás riendo.
-No, no es eso.