Nancy tras entregar los contratos volvió a sentarse y sin poder remediarlo ,no podía dejar de observar a la Srta Brown. Esa mujer de medidas perfectas, sólo hacía que poner sus ojos en Wilson. Al parecer el fantasma de los celos empezaba a invadir el cuerpo de Nancy.
_Sr Bennett... permítame que en mis dudas me dirija a el Sr Wilson pues ... nuestra amistad hace que confíe en él plenamente, espero que usted no se ofenda.-
Dijo la rubia observando la letra pequeña del contrato.
_¡Válgame Dios! No hay ningún problema Srta Brown, Wilson es de toda mi confianza.-
El viejo le esbozó una sonrisa con cierto aire seductor .Nancy estaba de los nervios ante la situación, su abuelo trataba a Wilson como si de su propio hijo se tratara y la Srta Brown...
¿De qué conocía a Wilson? ¿Quién era él realmente para merecer tanta atención? ...
Se decía con frecuencia. Mientras ella se encontraba en el abismo de sus dudas , todos los allí presentes informaron a la modelo y a los publicistas sobre la empr