Eran las ocho de la mañana cuando los empleados empezaban a aparecer por la empresa. Para Greg y Nancy había sido una noche muy larga, encerrados en aquel elevador. Greg se incorporó , apenas había podido pegar ojo. En cambio Nancy, dormía recostada sobre su hombro y tapada con su chaqueta de cuero. La observó así dormida y le resultó una delicia. Su peculiar cabello rojo caía como una cascada a un costado de su rostro. Volvió a sentirse atraído por ella, y una vez más sintió el deseo de besar aquellos labios, unos labios que merecían ser besados con pasión.Y estando observándola como si tuviera ante él a una diosa, esta fue despertando entre suaves gemidos por el dolor de su delicado cuerpo . La joven licenciada se encontró con la mirada expectante de Greg, con esa mirada azul que la tenía cautivada por mucho que ella intentaba evitarla a toda costa.
_¡Vaya! Me he quedado dormida.-
Dijo viendo el rostro de Greg que la observaba con una sonrisa.
_¡Buenos días! Al menos usted ha p