¡Estaba completamente loca!
Cuando Santiago se dio cuenta de que la chica en el barco no estaba bromeando, sino que realmente estaba dispuesta a escapar a cualquier costo, su cabeza casi explotó.
— ¡Juliana, ven aquí!
Él agarró fuertemente la delicada muñeca de la chica, tratando de sacarla del fond