—¡Juliana!
Sin esperar a que Juliana se alejara, la voz de Diego resonó desde detrás de ella. Él recogió y guardó la nota sin abrirla y luego saltó del auto.
Cuando Juliana se volvió, lo vio parado junto a Adrián, mirándola con una expresión algo resignada.
—De todas formas, tienes que dejar que tu