—Espero que te hayas ido cuando salga, o atente a las consecuencias.
La mujer no se atrevió a desobedecer.
Se levantó, sujetándose el cuello que casi había sido estrangulado, se vistió apresuradamente sin preocuparse de limpiar la suciedad de su cuerpo, solo quería salir de allí lo más rápido posibl