Capítulo 321
Darío estaba sentado en el salón tomando café, no le sorprendió que viniera Francisco, pero seguía sin caerle bien.

Sabrina le preguntó discretamente a su abuelo: —Abuelo, es mi cumpleaños, ¿puede recibir a Francisco? Yo...

Darío dio orden directa a la criada: —Llévalo aquí.

—Sí.

Sabrina salió corriendo feliz a recogerlo.

Francisco iba vestido con un traje gris oscuro, formal y elegante, sosteniendo un ramo de rosas rojas con una corona de diamantes encima.

—Sabrina —en cuanto Francisco vio a Sabrina, corrió hacia ella y la abrazó—. Te he echado tanto de menos.

—Yo también. —Sabrina sonrió.

—Feliz cumpleaños, Sabrina. —Francisco le dio las flores a Sabrina y la besó.

—Tan hermosa —Sabrina tomó las flores—. Esta corona... ¡Esta es Amor eterno!

El Amor eterno fue obra de Riki, un importante diseñador de joyas británico que se pasó la vida diseñando coronas para la realeza, y ésta, de más de doscientos años.

Sabrina vio antes la corona en una subasta, y fue subastada por un col
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App