Marc fue a la sala de vigilancia y descubrió que habían aparecido muchos coches extraños cerca de la villa, casi rodeándola por completo.
—Aparecieron por la villa hace media hora y no está claro qué pretenden.
Marc estaba pensando en algo, «¿Podrían ser los enemigos de Niko o de Sabrina? En cualquier caso, no hay que subestimarlo.»
Marc mandó enseguida: —Vigílenlo. Si se atreven a hacer un movimiento, ¡no duden!
—¡Sí!
Marc volvió a sentarse en el salón y Sabrina no tardó en bajar.
—¿Qué tal?
Sabrina se frotó los ojos, —Se durmió.
—¿Estás segura de recuperar su primera personalidad? —dudó Marc.
Sabrina se puso un poco cansada, —Esperemos a que despierte mañana. Por ahora está estabilizado.
Mirando lo cansada que estaba, Marc dijo: —Descansa. Voy a cuidar a Niko esta noche.
Sabrina sacudió la cabeza y volvió a marcar el número de Francisco, sólo para descubrir que su teléfono seguía apagado.
Sabrina tuvo que enviar un mensaje de Whatsapp a Francisco: [Francisco. No tengo bod