La palabra "falleció" resonó en la mente de Quirino como una bomba. Sintió que le costaba respirar, su sangre parecía haberse solidificado.
Su rostro adquirió una expresión inusualmente desagradable y su cuerpo temblaba involuntariamente. Incluso se emocionó tanto que agarró la mano de Yolanda. —¿Cómo murió tu madre?
A Yolanda no le gustaba que alguien mencionara la muerte de Camila frente a ella, ya que había tenido un papel importante en ello. No podía enfrentar esa realidad.
—¿Qué importa cómo murió? ¿Quién eres tú, campesino? Si no te vas, llamo a seguridad.
Yolanda observó la expresión impactada, dolorida e incrédula en el rostro de Quirino.
¿Sería él un viejo conocido de Camila?
Con esos pensamientos, Yolanda no rechazó a Quirino como lo hizo al principio. —Está bien, está bien. Hoy es mi gran día de boda, ya que has venido, quédate y brinda con nosotros.
Lucía lanzó una mirada despectiva a Quirino. —Date prisa y lárgate. Viendo cómo estás vestido, está claro que este no es tu lu