Capítulo 1530
—Dicen que han ido a ver esculturas de hielo.

—¡Qué disparate! El cuerpo de mi hermano ya está delicado, ¿y lo llevas a un lugar tan frío? Tío Leal, también eres un anciano que está a su cuidado. Cuando mi hermano insistió en mudarse, papá y mamá especialmente te pidieron que lo acompañaras para cuidarlo, ¿y ahora lo has dejado ir con una mujer desconocida?

—Señorita Luna, no te enfades. El señorito Suriel ya no es un niño, y es raro que haya vuelto a tener esperanza en este mundo, no quería que lo acompañara, ¿cómo podía ir en contra de su voluntad? Además, la doctora...

—¡Cállate! ¡Si no has sido capaz de cuidar bien de mi hermano, guárdate tus excusas para dárselas a mis padres!

Vio a la señorita Luna, normalmente tan amable y bondadosa, transformada en una auténtica furia, como poseída por un demonio, con un rostro tan frío que parecía que iba a devorarlo vivo.

Al tío Leal le recorrió un escalofrío involuntario, borrando la sonrisa de su cara y adoptando una expresión seria. —Señor
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App