Sarah tomo su lugar justo cuando comenzaba la nueva canción, colocando sus manos en los hombros de Lucas para mantenerlo muy cerca.
—Sarah, por favor; no hagas esto —pidió encarecidamente y es que sabía lo peligroso que era aquello.—Cálmate. Tu esposa incluso lo ha permitido; además no aremos nada malo, solo bailaremos —afirmó, mientras comenzaban a moverse por la pista.—Sabes muy bien a lo que me refiero. Por favor; solo déjalo, que la gente hablara —le recordó, volteando a ver a su alrededor.—Ten por seguro que hablaran aún más si te marchas, así que solo baila una pieza conmigo y luego te podrás ir. Al menos me debes eso, ¿no es así? —le recordó.—Está bien, tienes razón —reconoció; aunque tratando de mantener cierta distancia, lo cual no estaba resultando del todo senc