Mary
Miraba por la ventana en el taxi, mientras tanto, reprochaba mi comportamiento que no es para nada adecuado. Pase los dedos por mis labios, trayendo a mi memoria ese beso, creo que cada uno de ellos es algo difícil de sacar cada vez más de mi cabeza.
Bajé de aquel vehículo y llegué hasta la puerta de mi casa, algunas preguntas de rondan en mi cabeza y lo peor es que no sé como responderlas. Supongo que solo ignoraré las cosas, y procuraré continuar con mi vida como si eso solo fuera una piedra en el camino.
Me ubiqué frente a la puerta de la casa, inserté la llave y abrí la puerta lentamente, todo parecía estar normal, por la hora mi hijo estaba en su clase de natación. Respiré profundo, mientras recostaba mi cuerpo en la pared. Estoy perdiéndome y temo el momento en que no llegue a encontrarme.
—Hasta que por fin te dignas a aparecer —dice Jacob. Levanto mi rostro y veo como Jacob se acerca con un vaso con algún líquido.
—Mi amor, lo siento. Me quedé dormida, ¿Cómo está Cr