Después de la presentación Alan observo por unos segundos a la pálida Brit, verla en ese estado delicado hizo que su corazón doliera, se disculpo con Daniel y salió de la sala para esperar a Margaret en la puerta con los demás guardias.
Daniel vio amor y dolor en los ojos de Alan, sintió un poco de frustración con esos dos hombres apuestos alrededor de Brit.
Una hora y media después Margaret y Alex salieron de la cafetería, al llegar a la puerta de la habitación Margaret se sorprendió de ver a Alan cayendo en cuenta de que el llegaba hoy al país. “¡Alan, ya estás aquí!”
-“Si señora, llegue hace una hora. Siento haber tardado pero no conseguí vuelo directo y tuve que hacer escala en Londres”.
-“¡Hola Alan! Puede que viniéramos en el mismo vuelo, yo acabo de llegar hace un rato, no nos cruzam