[LIAM]
Estamos caminando por un parque que se encuentra cerca de la casa de los padres de Xime y agradezco que le han cambiado el yeso por una bota que le facilita el caminar sin tanta molestia, ella no ha parado de llorar desde que hemos salido y yo no sé que pueda hacer más que abrazarla mientras caminamos tratando de tranquilizarla.
— Ven, sentémonos en aquel banco.— Le propongo.
Sin decir nada ella accede, caminamos hacia allí y nos sentamos — Mi amor, mis padres no quieren a nuestro hijo, los he defraudado.— Me dice angustiada con lágrimas rodando por sus mejillas.
— No cariño, no es así... tú no has defraudado a nadie y ellos no es que desprecien a nuestro hijo, lo que yo creo es que les es muy difícil comprender que llevamos tan poco tiempo juntos y estás embarazada. Recuerda que ellos no conocen todos los detalles de cómo ha