Fabricio Vecchio era un encanto, pero no cuando se trataba de doctores, hospitales y medicamentos. Grace era la única que no había salido corriendo, llevaba más de 12 años en la casa y Máximo le tenía especial cariño al igual que ella a él, aunque era otra fan de Allyson, las dos habían congeniado y se habían hecho amigas.
Hola, cariño – le había saludado afablemente Grace.
Hola Grace ¿mi abuelo te ha hecho enojar mucho esta semana?
No tienes idea – dijo Grace y puso los ojos en blanco.
Eres única ¿lo sabes verdad? Por que mira, que soportar a Fabricio.
Sí, lo sé. – dijo Grace y rió con ganas.
Eh, que estoy aquí ¿Por qué hablan como si no me encontrara en la habitación? – dijo su abuelo intentando aparentar enojo sin mucho éxito.
Abuelo, Grace, debo irme.
Saludos a Allyson y tráela a casa. – dijo su abuelo.
Veré que puedo hacer.
Nada, simplemente tráela y es una orden.
Ve con cuidado Max y salúdame a Allyson – Grace intervino.
De tu parte Grace, nos vemos pronto abuelo.
Más te vale qu