-Thomas Scott Soré -

Ver a Alma salir con el incordio de Di Rossi fue una patada directa a mis testículos. Es que ¿Cómo mierda se conoce? Se veían tan cercanos que la rabia y los celos me carcomían. Es por esto, que me dirijo en un taxi a la casa de mis padres, dejé botada a Natalie y me importó menos que un centavo su cara de miedo después de mi advertencia.

Después de casi una hora, que se me hizo interminable, llego a la casa de mis padres y me bajo del auto, tomo el bastón y entro en la casa, hoy me importan una mierda las miradas de Rosita y la señora que cuida al abuelo de Alma, las paso por el costado y me dirijo a la oficina de papá.

-¿Dónde está?

-¿De quién hablas, Thomas?

-¡De Alma! ¿De quién más? ¿Dime dónde está?

-Pues aquí no, ella tenía una audición...

-Lo sé, la acabo de ver y salió echa un bólido del lugar.

-¿Qué le dijiste?

-¡NADA! -vociferé-No le dije absolutamente nada, padre. No me dejó.

-Mejor así.

-¿Cómo que mejor así? -pregunto ofuscado.

-Es más que ob