México (Dos horas antes)
La rabia y el enojo me consumen por completo en estos momentos. Una cosa es tratar de quitarme parte de mi herencia, y otra muy distinta es juntarse con ese infeliz para intentar matar a Jhon y arruinarme la vida.
Devon es un maldito parásito que no descansará hasta arrebatarme todo lo que me pertenece, y ya es momento de ponerle un alto.
Mi teléfono empieza a sonar. Al sacarlo, me doy cuenta de que se trata de Lucio, quien me llama insistentemente.
—¿Qué sucede?
—¿Por qué te marchaste solo?
—Este es un asunto que debo solucionar por mi cuenta.
—Massimo, tu hermano no está solo y puede ser arriesgado lo que haces. Piensa en tu mujer y en tus hijos.
—Precisamente por ellos lo hago. Les prohíbo ayudarla en cualquier idea loca que se le ocurra.
—Adriano está con ella en tu casa. Trataré de ponerlo al tanto. Dentro de una hora viajamos a México para apoyarte. Estamos en contacto.
Cuelga ignorando mis palabras. Suspiro, tratando de no perder el control, y apago mi