Tanta paz hace que mis nervios aumenten día tras día , no hemos sabido nada de Octavio. Ni siquiera porque tengamos a Lucy. Han pasado algunos meses, para ser exactos ya estoy en mis últimos días de embarazo y todos están por volverse locos.
Mariana dio a luz hace poco de dos meses a la pequeña Irina. Todos en la casa mueren de amor por ella incluso, Dante aunque trate de permanecer con su porte de frialdad.
Jinny se disculpo luego de lo sucedido; aunque ya no siento la misma cercanía de antes con ella luego de sus palabras. Todos están por volverme locos por el hecho de que no e querido saber el sexo del bebé y mucho menos decorar su habitación.
— ¿Piensas decorarla luego de dar a luz? –Me pregunta Mariana mientras mese en sus brazos a su pequeña.
— Por supuesto, no tengo prisa por saber que es nuestro bebé – acarició mi vientre con delicadeza.
Observó hacía la alberca y observo a Dante jugar en ella junto a Dominic. Sus miradas llenas de alegría me deja saber cómo disfru