ALEXANDER
Sabia que estaría esa noche ahí, lo único que no entendía era ¿por qué su padre la dejaba hacer eso?, estoy más que seguro que no lo sabía o ya la abría sacado de este lugar. No sabía si me reconocería al entrar, había leído unas noches antes las reglas del lugar, y ella gracias a Dios no figuraba en ninguna de las otras opciones, no es que me gustara lo que hiciera pero, de esto a eso, prefería mil veces esto.
No sabía cómo abordarla, así que solo pude esperar a que aceptara entrar al privado, quería decirle tantas cosas, pero sabía que en el momento que hablara, saldría corriendo. Había contactado a Carolina unos días antes, había hablado con ella, le explique mis razones, me contó como la pasó Ev, y me sentí pésimo, pero arreglaría las cosas, así me l