Estaba revisando los últimos informes del área de pruebas, sola en mi despacho, cuando llegó el correo. La notificación apareció en la esquina de la pantalla. Iba a ignorarlo, como hacía siempre cuando estaba concentrada, pero el asunto me llamó la atención:

"Invitación oficial – Competición Nacional de Empresa"

Abrí los ojos de par en par. Me incorporé en la silla, el corazón acelerándose un poco. Hice clic en el correo, dudando si era real o alguna broma. Pero estaba allí, en blanco y negro, con todos los detalles y la firma del comité organizador.

Parpadeé. Dos veces.

—No, no puede ser… —murmuré, sonriendo sola, completamente incrédula.

Me levanté de un salto y salí de la oficina, cruzando el pasillo hasta el departamento de creación, donde el equipo estaba a punto de salir a almorzar. Abrí la puerta con demasiada emoción, casi asustando a todos.

—¡Gente! ¡Espera un momento! Antes de que todo el mundo salga… ¡tengo que contar algo!

Todos se detuvieron y me miraron. Ojos atentos. Cur