Me levanto de la cama para dejar colgando el collar en la ventana. Observo como las aves salen volando de los árboles del monte. Escucho un aullido que se acerca y me pongo alerta.
—Por favor que no sean híbridos otra vez. — comento mirando mejor por la ventana. —Un lobo blanco...
El lobo blanco corre por el monte y se dirige hacia la puerta trasera de mi casa. Bajo al primer piso y en silencio camino hacia la puerta que está en la parte trasera. Tomo un b**e de mis hermanos y espero a que el lobo se acerque a la puerta para darle. Uno, dos y... salgo dándole al lobo a todo dar con los ojos cerrados.
—¡Sal de aquí maldito lobo blanco! — grito cerrando mis ojos, dándole con todas mis fuerzas varias veces al intruso hasta escuchar cómo se queja.
—Ay, Iris. — escucho como se queja. —¡Ya basta, soy tu prima! — abro mis ojos y veo como Killa trata de protegerse de mis batazos.
Me detengo y le sonrió riendo con inocencia. Escondo el b**e detrás de mí como si eso fuera l