―Tu padre me va a matar. ―Huilén gruñó.
―Deja de hablar de mi padre en un momento como este. ―Nahil presionó su mandíbula.
―Bebé, por favor, basta. No acaricies mi pierna de esa manera. ―Le pidió cerrando los ojos, esa mujer lo tensa por completo con cada cosa que hace o dice.
―Dioses. ―Gruñó fas