―Siempre te he dicho que no traigas tus mierd4s aquí. ―Aluhe deseaba arrancarle la cabeza. ―Llévatela de aquí, ¡Ahora! ―La chica se tensó por completo, esa voz tan gruesa deja helado a cualquiera.
―Tranquilo hombre. ―Le sonrió acomodándose su enloquecido pelo rojo. ―Yo he aceptado venir aquí, quier