Al otro día en China...
Narra Alessandra
Mi hija durmió todo el vuelo a mi lado y lo prefiero, antes que ver las caras hambrientas de estos cerdos.
Estamos en la mansión wáng, Jian Wáng es el líder de la traída y desde siempre han tenido problemas con la Yakuza.
Némesis camina tomada de mi mano, indiferente a todos los hombres que están aquí, yo observo todo, veo si hay algún punto ciego por dónde nos podamos escapar.
Un hombre ya bastante mayor se presenta frente a nosotras sentado en una especie de trono.
Ruedo los ojos, otro idiota arrogante de m****a.
Jian: Me dijeron que eran hermosas, pero esas palabras se quedan cortas.
Alessandra: ¿Puedo saber quién?
Jian: Me dijeron que vendiste tu cuerpo, ¿Qué te ofreció el heredero Shimizu? Te ofrezco el doble.
Arlene: Respeté, a mi madre no se la compra imbécil.
Alessandra: Némesis —Siseo entre dientes— haz silencio, por favor.
Chino: Tiene una boca tan sucia, muero por probarla.
Alessandra: Inténtalo y en verdad te mueres.
Jian