Narra Izan
Nos vimos en la tarea de traer al posible hermano de nuestra mujer, mis hermanos y yo, los otros dos se quedaron a cuidarla.
Llegamos a la empresa, es su horario de trabajo, así que debería estar aquí, entramos, todos se nos quedan viendo mientras caminamos hasta la oficina de él.
Quién diría que Aless dejaría a cargo a su hermano sin saberlo.
Massimo: Buenas tardes, en qué puedo ayudarles.
Isaac: Alessandra nos mandó a buscarte, dice que hay una noticia importante que está a punto de salir, que sería terrible para su carrera y necesita tu presencia en nuestra casa, ¿Puedes?
Massimo: Por supuesto, ¿Es muy grave?
Iker: Tanto que hasta quedaría en quiebra la empresa.
Qué exagerados.
Nos montamos los seis en la camioneta, llegamos a casa, pasamos las rejas y estacionamos frente a la puerta.
Massimo: Solo para que lo sepan, yo sé que no hay ninguna noticia, tampoco me llamó la señorita Alessandra.
Bien, no es estúpido.
Iker: Genial, me ahorras muchas mentiras.
Isaac: