|Alaric Kaiser|
—¿Dónde carajos está? —exigí, sin paciencia alguna—. ¡Habla de una vez, no tengo todo el día!.
—En una cafetería, señor —contestó Tom, nervioso, con la voz temblorosa—. Está con su amiga.
—¿Solas?.
—No... señor.
Sentí cómo la rabia me hervía por dentro, como un veneno.
—¿Con q