—Está bien, pero no te alejes de mí —cedió, irritado.
Aisling sonrió ampliamente, satisfecha. Salió de la habitación caminando delante de él, mientras Alaric no le quitaba la mirada de encima, siguiéndola de cerca. Al final, estaba bien. Él estaba ahí, y aunque otros la miraran, eso era todo lo que