EZRA ANGHEL
Fuimos hacia el aeropuerto, el auto estaba en un silencio incómodo y yo no sabía a quien podía culpar de esto si es a ella o a mi mismo.
Logró escapar de mi por ahora, pero no me voy a rendir a recuperarla.
Llegamos al aeropuerto y pregunto por ella por todos lados hasta que una azafata viene a mi, puedo ver que no viene sola sino que camina con otra chica vestida igual que ella.
-¿Lo podemos ayudar en algo, señor?- pregunta servicial y la verdad es que no me sorprende que sepan de mi, después de todo está parte del país me pertenece.
-Quisiera saber sobre una de las pasajeras extranjeras - digo interesado en ese tema.
Ellas voltean sus ojos hacia el baño femenino como si supieran exactamente a quien me refiero.
-¿Qué ocurre?- interrogo con voz dura -¿No pueden darme información?- pregunto malhumorado.
-No es eso señor, hay solo una extranjera que llegó hoy para su vuelo a Chile junto a agentes de