Capítulo 290
Mercedes se quedó perpleja: —¿Qué?

—Si no está embarazada, ¿por qué toma sopa de pollo? No está bien quitarle la comida a una embarazada.

—¿Acaso podrías tomarte toda esa olla tú sola? —Mercedes no podía creer que alguien pudiera decir algo tan absurdo.

—Por supuesto que sí.

—¿Qué es lo que realmente quieres decir?

Sofía dejó de fingir:

—Ya que la preparó para mí, sería mejor que nadie más la tomara, ¿no cree?

—Bien —Mercedes dejó el tazón con brusquedad, sonriendo con frialdad—. ¡Entonces quédatela toda para ti!

Se marchó furiosa.

Sofía arqueó las cejas con satisfacción, miró los dos tazones con desprecio y, sin probar ni un sorbo, regresó a su habitación.

—¡¿Por qué no te tomaste la sopa?!

Sofía, recién despierta de su siesta, bostezó:

—De repente se me quitaron las ganas, ¿hay algún problema?

—Tú...

—Mercedes, por favor, la próxima vez que entre a mi habitación, toque la puerta. Si aparece así de repente, podría asustar a mi bebé.

Mercedes respiró hondo, resignada. Al anochecer, Sof
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App