— Hmm. Alguien se infiltró en la sala de control y usó el sistema de vigilancia para introducir un virus en la red interna — dijo Daniel.
— ¿Quién fue? — preguntó Lucía.
— Llevaba el rostro cubierto, no se le puede identificar. Pero podemos estar seguros de que es alguien de dentro de la Universidad Borealis.
Lucía se mordió ligeramente el labio.
— No podemos dejarlo pasar. Esta vez fue un virus, pero quién sabe qué será la próxima.
Daniel soltó una risa suave mientras sostenía su teléfono. El técnico de IT a su lado lo miró confundido. ¿Qué era tan gracioso? Que riera así de repente daba algo de miedo...
Daniel respondió:
— Bien, como tú digas.
Lucía sonrió, dejó el teléfono y se levantó para ir a ducharse.
...
Mateo soltó un quejido por el dolor de cabeza que le había dejado la resaca. Se incorporó y miró por la ventana - estaba oscuro. Había dormido un día y una noche enteros.
Su estómago empezó a molestarle otra vez. Con movimientos familiares, sacó las pastillas para el estómago d