Capítulo 25. Nuevas amistades
Después de meses y meses trabajando sin un respiro, finalmente decidí tomarme un día de descanso. El cansancio acumulado me había dejado exhausta, y necesitaba desconectar. Salí a dar un paseo por las calles tranquilas del pueblo, disfrutando del aire fresco y del suave murmullo de la vida cotidiana a mi alrededor.
Mientras caminaba, me vino a la mente la librería que tanto me había gustado. Había pasado tanto tiempo desde mi última visita que casi la había olvidado por completo. Recordé con nostalgia el aroma a libros viejos y nuevos que impregnaba el lugar, y cómo me perdía entre sus estanterías llenas de historias por descubrir.
De repente, me acordé de la carta que le había escrito a Estela. Había sido una carta llena de sentimientos y pensamientos que no había compartido con nadie más. Sin pensarlo dos veces, dirigí mis pasos hacia la librería. Quería comprobar si ella me había respondido, si había leído mis palabras.
—Buenas tardes —dije a la dependienta mientras entraba por l