Capítulo 24. Mi vida sin Cristian
Una semana después, decidí tomar las riendas de mi vida. Lo primero que hice fue contratar a un abogado para que preparara los papeles del divorcio. Aunque sabía que el proceso llevaría tiempo, me sentía aliviada y contenta porque finalmente estaba en marcha.
A continuación, contraté a un investigador para que revisara todas las cuentas de mi empresa que mi padre me había dejado. Mi padre había trabajado incansablemente, y cuando falleció, me dejó la agencia inmobiliaria más importante del país. Hasta ese momento, nunca me había preocupado por ella, pero eso estaba a punto de cambiar.
Aunque Luke, mi esposo, trabajaba como abogado, siempre se había encargado de manejar la empresa. Por esa parte, le estaba agradecida por la labor que había hecho. Sin embargo, mi gratitud se desvaneció cuando descubrí que había estado utilizando mi dinero para costear todos los caprichos de su amante: el alquiler de su piso, ropa, lencería, peluquería, y la lista seguía interminablemente. En ese moment