Mundo ficciónIniciar sesión—Niña, niña —Rosa intentaba despertar a Sarah de una pesadilla. Después de almuerzo se había acostado y ahora estaba desesperada, llorando y gimiendo, como si no se pudiera mover—. Por favor, niña, despierte —la remeció con más fuerza, necesitaba sacarla de ese estado, estaba empapada en sudor y con su rostro bañado en lágrimas.
La joven se sentó en la cama aterrada y miró a Rosa como si no la conociera.
—Niña, niña, por favor, reaccione —rogaba la mujer, nerviosa y preocupada.
Sarah tomó una gran bocanada de aire y pareció despertar, abrazándose a Rosa con desesperación y dejando caer las lágrimas sin vergüenza, lloraba con grandes sollozos, angustiada. Dolorida.
—Tranquila, niña, no pasa nada —le hablaba y acariciaba de un modo maternal—, ya pasó, todo est&a







