Parte 4...
— Esperemos un poco más.
A él no le gustó mucho, pero se limitó a asentir y a permanecer a su lado mientras ella acunaba al pequeño en brazos. La medicina no tardó en hacer efecto y el pequeño volvió a dormirse.
Aline volvió a ponerlo con cuidado en su cuna y los dos salieron a escondidas, dejando la puerta abierta y la luz del pasillo encendida sólo para dejar la habitación en penumbra.
Se fueron a su habitación, se ducharon y antes de bajar a buscar algo de comer a la cocina, pasaron de nuevo por la habitación de los bebés, pero todo estaba tranquilo.
Igor tenía hambre y bajaron a la cocina. Aline cogió uno de los platos preparados por la cocinera y se lo calentó. Igor no quería nada más, sólo un pequeño tentempié para no irse a la cama con hambre.
En realidad, seguía haciendo una o dos horas de trabajo en casa, en su notebook, como solía hacer, sólo para adelantar algunas cosas para el día siguiente y también para su organización. Le gustaba leer los correos electrónicos