Parte 4...
Ella esbozó una sonrisa forzada. ¿Quizás debería decir la verdad y acabar con el tormento? Pero entonces la echarían a los leones. Alana ya había utilizado parte del dinero a su nombre. Si había una demanda, ella sería la responsable.
— Será mejor que te sientas más cómoda conmigo o mis abuelos sospecharán - le tocó la cara —Dame un beso ahora - se inclinó hacia ella.
Antes de que ella pudiera decir nada, él le tocó los labios lentamente con la punta de la lengua, lamiéndole el carmín. Ella estaba confusa y excitada. El beso que siguió fue uno de los más tiernos que había recibido en su vida.
La boca de Igor la tomó como ninguna antes. Y si tenía un buen recuerdo, ése sí que era un buen beso. No supo cuánto duró, pero se relajó en sus brazos hasta que él dejó de besarla.
— Tenemos que hacer este dedo más bonito o mi abuelo se quejará - él sacó del bolsillo una cajita azul y le puso un precioso anillo de piedra azul con pequeños diamantes alrededor.
Aline se quedó atónita a