Parte 1...
Igor seguía sin poder dormir. No podía dejar de pensar en la chica que pronto se convertiría en su esposa. Era muy sexy de una manera que no era vulgar, a pesar del vestido corto y ajustado. Y aunque el vestido era bonito, no parecía cómoda con él.
Pero estas cosas de mujeres eran difíciles de entender, cada una tenía sus manías y frescura particulares. Cuando estaba casado con Katiana la vio quejarse varias veces de no tener ropa para salir, y el armario estaba lleno.
Tenía sus fotos en las manos. Era la misma persona que había conocido en el restaurante... Y al mismo tiempo no lo era. Había algo que no concordaba en las fotos con la persona viva.
Parecía más delicada, sus gestos eran más cortos, su habla suave, la cara un poco más rellena. Quizá debería haber pedido fotos tomadas in situ por su abogado. Tal vez así se habría hecho una idea de cómo se sentía ella en el momento de firmar el acuerdo.
Y sus modales parecían contradecir lo que le habían dicho. Era como si fu